Patricia

lunes, 8 de noviembre de 2010

Origen del Halloween



Origen del Halloween

Es un festival en el que se dice que ocurrían las siguientes actividades: se practicaba la adivinación; hadas, brujas y duendes atormentaban a las personas en el campo y los Druidas demandaban contribuciones de comida.
La celebración de Samhai continuó y en 834 D.C., el Papa Gregorio IV instituyó el día de todos los santos o de las brujas como una fiesta cristiana, esperando así eliminar El Samhai, lo cual no sucedió, y durante la reforma, el día de todos los santos fue rechazado por el protestantismo. A pesar de los muchos intentos por parte de la iglesia de destruir estas prácticas paganas aún todavía han sobrevivido.

¿CÓMO SE ORIGINÓ?
El haber escogido la fecha del 31 de octubre no es mera coincidencia. El 31 de octubre es la fecha de uno de los cuatro grandes aquelarres, los cuatro días de "medio trimestre" del calendario céltico. El primero de ellos, el 2 de febrero (o Imbolc) es el festival de la luz, de la luz de la sabiduría y el conocimiento, de la luz de la curación y de la luz del fuego también conocido en los países anglosajones como "Día de la Marmota", festejaba a Brigit, diosa pagana del fuego, patrona de la orfebrería, de la poesía y de la sanación.
El segundo, un festival en mayo llamado Beltane, era entre los brujos el tiempo de la siembra. Este día los druidas realizaban ritos mágicos para estimular el crecimiento de los cultivos.
El tercero era un festival de las cosechas, en agosto. Lammas es el nombre cristiano que se utilizó en el medioevo y significa "mucho pan", debido a que este día se horneaban hogazas de pan con los primeros granos cosechados y se dejaban en los altares de los templos como ofrenda en honor del dios del sol, Lugh, el nombre irlandés del dios solar celta conocido como Lleu en Gales y como Lugos en Francia.
Estos tres primeros días de medio trimestre señalaban el paso de las estaciones, el tiempo de la siembra y el tiempo de la cosecha, así como el momento de la muerte y renacimiento de la tierra. El último de ellos, Samhain, señalaba la llegada del invierno. En esa ocasión, los antiguos druidas efectuaban ritos en los cuales un caldero simbolizaba la abundancia de la diosa. Se decía que era una ocasión neutral e intermedia, una temporada sagrada de superstición y de conjuro de espíritus.
Se piensa que el 31 de octubre era la noche en que el velo los espíritus de los muertos y los vivos era más delgado. Había que aplacarlos o "hacerles un regalo", pues de otro modo les harían diabluras a los vivos. En las cimas de las colinas se encendían grandes hogueras para ahuyentar a los espíritus malos y aplacar a las potestades sobrenaturales que regían los procesos de la naturaleza. 

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